Tu voz, dulce se acerca, tan sutil y ligera de tus labios amargos, he robado sonrisas, te acarician mis suspiros dime ¿qué pasará el día de mañana donde mi cuerpo cinético, camine lejos de tus ojos y tu olor a prohibidos jardines?
Amado, tantos alientos nos miraban, con recelo, caí al infierno y nos cantaron la despedida, juntamos los versos en besos secretos, lloré de alegría y recibí palpitante el planeta sangrante, tengo clavado el diamante de tu mirada y se fue mi coral perdido en el salado devenir del camino. Siguiendo la doctrina espinada en medio de la carretera, me persiguen los dioses por haber robado el falo del diablo, meto la reliquia en el agua y ahora toma una forma circular que despista a los divinos, se acercan los hombres a besarme los pies, mientras te observo tímido en un rincón dorado, abrazo tu silueta de niño pasmado, y sorprendes mi tacto, creciendo tus manos en mi pecho, que sorpresa me llevaron aquellas traviesas, como flores de primavera nos enamoran en un parpadeo, y se acaba temeroso el tiempo.
Pero ahora me persigue la alusión y mi sepultura será una tarde de domingo en el Olimpo de tu cuerpo donde crecieron las centellas, de suspiros lejanos pintaron nuestro cuerpo con oscuro firmamento, ironía maldita bendecida por el calor de tus ojos y el aroma de tus besos perdidos en el trueno.
Sukia
9/5/2011
2 comentarios:
Buena aventura eh! A veces si parecemos niños sorprendidos, a veces nomas le hacemos al cuento! jaja
el cuento eso es lo que más nos gusta jaja
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