Sí pudieras ver el color de mi piel al amanecer, después de soñarme en eterno éxtasis de viento, quedarías prendido de mi aroma como si mi cuerpo desnudo te hablara por horas. Con tus caricias de hombre de relámpago has roto mi karma psicodélico para dejar pasar paso a un cuerpo inmaterial.
Me pierdo en el bardo, alcanzando la luz de la muerte, voy a prestar atención, pues tengo que pasar las tres etapas, espero mi próxima reencarnación, donde mi eterno compañero está esperando con la salvia del cosmos nuestro pasional encuentro de quimeras.
Vamos a destruir juntos nuestros mandalas de arena, como esta vida se va cuando empieza a comenzar la travesía, el señor destructor me hipnotiza con sus ojos de loto y abandono por completo el olor amargo del tercer sexo.
Sigo viajando con la energía del andrógino, con la cara de las sombras y el cuerpo de los arboles, casi logro llegar a lo desconocido donde la música de mil colores me llena de suspiros de humo alucinante, este sándalo me quita meditación y las 58 deidades tientan a quedarme en placeres divinos e iracundos, sin embargo yo busco la eterna iluminación, no a los dioses placenteros, quiero besar la realidad en la montaña más alta, hacerme uno solo con el espíritu del universo.
Sukia Marzo 2011
Hoy no me siento muy bien
