La playa de los Muertos
Un elemento me llama y a kilómetros de distancia escucho el cantar de las olas,
me resulta extraña la manera en la que me cruzo al paraíso en tus brazos para
llegar entre colinas y valles a una bahía desierta donde se hospedaron mis
frustraciones. En el agua cristalina donde reflejaba la luz del sol, con
majestuosa voluptuosidad bañaba la playa de un aire exótico. Los pelicanos
sacaban del mar bellas gemas con la gracia de las sirenas y llenaron mi rostro
de un perfume de amor.
Estoy cayendo lentamente en la melodía venusina, que me altera las hormonas, sigo nadando muy cerca de la orilla, el arrecife grita mi nombre todas las noches de fuego en el oráculo del sueño, puedo ver mi aura en el reflejo de las nubes, el acantilado se ve más hermoso todo lleno de cangrejos, y cada vez es más difícil salir de aquel embrujo, porque el cálido abrigo del ocaso se mira más hermoso desde las pupilas de Neptuno.
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