Cuando, te vi aquella
tarde
embonamos así un placentero rompecabezas.
Seguí caminando por la oscura carretera arácnida
tejiendo de seda dorada, mil historias a cada minuto.
Como, no exhalar
juntos, el humo de aquel idioma
mirar atenta el cristal de aquellos ojos dilatados.
Perderse cuando la lluvia toca vibrante al piso
pintar de secreto azul, tu piel de orgasmos.
Estilo visual,
fantasía danzaron las auras.